Eiden

No puedo creer que haya pasado un año,
un año sin ver la luz de esos hermosos ojos verdes, sin sentir tu cuerpecito recostado en mi regazo.
Mi pequeño Eiden... no quiero imaginar lo que tuviste que sufrir hasta que viniste a pedirme ayuda, ni pensar en lo injusto de que disfrutaras durante tan poco tiempo de un hogar, aunque fuera un hogar poco común como el nuestro. A veces la vida es así de cruel y casi siempre con quien menos lo merece.

Solo puedo dar las gracias por haberte conocido, por haber tenido el privilegio de disfrutar de tu compañía, de tus ronroneos y tus hermosos ojos verdes.
Hoy quiero recordarte así: tan dulce, tierno y bello como eras.

Por siempre, mi pequeño Eiden,




Comentarios