Aniversario agridulce

El día de hoy ha estado repleto de sentimientos agridulces por dos motivos bien distintos.

Por un lado, hoy se cumple un mes del fallecimiento de nuestro querido abuelico, Gosín.
Un mes en el que aún espero verle acostarse en su camita junto a Tessa, lloriquear para que le de un poquito del hígado de Rubio o salir al patio para hacer la croqueta en el sol; un mes en el que aún vigilo el suelo mientras ando para no tropezar porque siempre andaba pegado a mis pies, un mes en el que incluso he creído oírle en alguna ocasión.
Es extraño, porque si me paro a pensar, un mes suele pasar con bastante rapidez, casi sin darnos cuenta, pero en esta ocasión tengo la impresión de que ha trascurrido muchísimo tiempo... me parecen tan lejanos aquellos días en que estábamos juntos y al mismo tiempo, una parte de mí continua sintiendo su presencia. 


Pero no quiero ponerme triste, sobretodo en un día que por otra parte tiene mucho de especial.
Y es que un sábado de hace ya seis años, un por aquel entonces jovencito Kun apareció en la puerta de casa decidido a cambiar su vida del modo que mejor sabe hacer, con cariño y nobleza, así fue como nada más verme salir se acercó para abrazarme y atrapar por siempre mi corazón.
¡Que bien jugaste tus cartas grandullón! 
Gracias por elegirnos y gracias por ser tan maravilloso.

Comentarios