Mejor en casa

Aprovechando que Owen celebra hoy su segundo aniversario en nuestra peculiar familia, quiero contar un poquito de su historia para explicar porque estoy en contra de dejar salir a los gatos de casa.
Sé que es un tema con muchas opiniones encontradas y que causa un poco de malestar, porque la mayoría de personas que dejan salir a sus gatos piensan que hacen lo correcto, incluso "un bien" para el gato y seguramente así sería si viviéramos en un mundo distinto al actual, pero sabiendo las atrocidades que se cometen cada día...

Volviendo al tema, Owen no era un gato abandonado cuando llegó a nosotros, proviene de una familia que por circunstancias ajenas a ellos no podían seguir atendiéndole y pensando en su bienestar decidieron cederlo para que tuviera una vida mejor.
A Owen lo rescataron de la calle siendo un bebé, creció y vivió feliz durante dos años con esta familia que le adoraba, pero que como tantas otras, ya sea por desconocimiento del riesgo o porque "se ha hecho toda la vida", le dejaban salir al jardín de casa confiando en que no le pasaría nada. 
Por desgracia, esto no siempre es así.

Un día de tantos, Owen salió más de lo habitual del jardín, quizás incitado por un pájaro que pasaba o con la simple intención de curiosear, con tan mala suerte que acabó atropellado. Consecuencia de aquel atropello y de un veterinario, digamos... no muy acertado, Owen sufre una desviación en la cadera y una malformación en una de sus patitas traseras; aunque gracias a su fortaleza y asombrosa capacidad de adaptación, estos problemas no le impiden hacer vida normal, al menos de momento.

Pero no todos los peligros que acechan en las calles son coches o humanos mal intencionados, el peligro también puede aparecer en otras formas y Owen tuvo la mala fortuna de toparse literalmente con otra de ellas, ya que estando de nuevo en su jardín tuvo un encuentro poco amistoso con un gato callejero que le dejó de recuerdo varios mordiscos, heridas y el virus de la inmunodeficiencia felina.
Una vez más, podemos decir que Owen fue afortunado, porque podría haber sido infectado con otros virus mucho peores, más agresivos o incluso letales (sobretodo para gatos no vacunados). Después de todo y teniendo en cuenta la cantidad de peligros que acechan en las calles, Owen es un gato afortunado.

Por desgracia, no todos tienen la misma suerte que Owen, en todos los años que llevo dedicada a los peludetes he visto a demasiados gatos sufriendo las consecuencias de la calle, ya sea por sobrevivir en ellas o por una simple salida y es que los peligros que les acechan son incontables: caídas, atropellos, veneno, golpes, patadas, balines, enfermedades, peleas con otros gatos, ataques de perros, gatos que se desorientan y se pierden, gatos atrapados en lugares de los que no pueden salir... peligros que se multiplican para un gato casero acostumbrado a tratar con personas, porque no tendrá el instinto para huir de aquellos monstruos disfrazados de humanos que campan entre nosotros.

Por todo ello, estoy totalmente en contra de dejarles salir sin las precauciones adecuadas y por todo ello, siempre ha sido un requisito imprescindible para mis adoptantes, porque nosotros somos los responsables de sus vidas y jamás me perdonaría que un día uno de mis pequeños no regrese a casa.

Y me dejo ya de sermones que no es momento de ponerse serio y Owen está esperando su latita de cumpleaños ;-) 

Comentarios

  1. Cristalino como el agua y, para este mundo en el que vivimos, la mejor opción.

    Ronroneos y nuestras felicitaciones con sabor a salmón para el guapo y afortunado Owen ;)

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    1. Para mí desde luego lo es, jamás me perdonaría que les pasara algo por no tomar las precauciones correspondientes.
      Gracias y ronroneos para la familia de La Gatera :-)

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