Mi Romeo

Te conocí cuando aún no eras tú. 
Cuando estabas delgado y sucio de dormir en las calles, cuando no confiabas en las personas, cuando bufabas y huías si trataba de acercarme demasiado. 
Cuatro años formando parte de mi pequeña colonia de callejeros, cuatro años en los que te ganaste un sitio en mi corazón y en mi porche, del que no te alejabas demasiado. ¡Hasta una caseta te compramos! ¿lo recuerdas? Y ni aún así me concediste el lujo de acariciarte. 
Pero algo en mi interior sabía que eras especial, que no podía dejarte allí; no era una locura, tenía que darte una oportunidad. 
Un año más tuvo que pasar, esta vez ya en casa, lejos de la calle; nunca olvidaré esa primera caricia, ese primer ronroneo que dejaron paso a quien eres hoy, el gatito más bueno, dulce y cariñoso del mundo.  💗
Gracias por demostrarme que con amor y paciencia todo es posible.

Comentarios