Tan pequeña, tan frágil y delicada, pero todo es solo fachada, porque tu interior es de envidiar por la más valiente guerrera.
Cuatro años ya de aquel día en que llegaste, estabas rota, sí, pero tan llena de vida que nada podía interponerse en tu camino por renacer.
Y así lo hiciste, como la más bella de las flores. Gracias por enseñarme tanto. ¡Felicidades princesa! ❤
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