Siempre Danna

Primer año sin tí...
Mi pequeña Danna, tan diminuta y tan enormemente fuerte.
No tuviste una vida fácil: sobreviviendo quien sabe cuanto tiempo en la calle, durmiendo entre los coches, siempre desconfiando, siempre alerta, hasta que pudimos ponerte a salvo.
Llegaste siendo piel y huesos, con la boca tan destrozada que apenas podías comer del dolor, asustada y sobretodo embarazadísima, tanto que un día después de estar acogida, diste a luz a tus 4 preciosos bebés. Tu cuerpo quedó tan débil que no podías ni moverte, pero aún así, sacaste fuerzas de la nada para cuidar de tus bebés, fuiste una mamá estupenda, siempre pendiente de sus pequeñines. 
Me hubiera encantado compartir más caricias contigo, pero entiendo que necesitabas tu espacio y respeté  tu carácter; por eso, guardo como oro en paño cada mimo, cada momento que compartimos.
Ojalá siguieras aquí, merecías disfrutar la mejor de las vidas.
Gracias por los 3 años que compartimos, por enseñarme tanto y por dejarme a tus 4 tesoros.
Te quiero pequeña, por siempre.

Comentarios