Aniversario Kenzo

Acababa de amanecer cuando me despertaron unos insistentes maullidos, tal era la desesperación y volumen que salté de la cama pensando que era alguno de nuestros gaticos, pero en casa todo estaba en calma.
Me asomé por la ventana, nada, pero los maullidos no cesaban y un nudo en mi estómago crecía. Aún en pijama salí a la calle y allí estaba, un bomboncito chillando a pleno pulmón en la puerta de casa, correteando de un lado a otro sin saber donde ir, nada más llamarle se acercó corriendo, le cogí en brazos y comenzó su nueva vida.

Así llegó Kenzo a nuestra vida hace 7 años, un regalo del destino imposible de rechazar, un gato de peluche que se deshace en ronroneos con cada caricia.
Un bellezón de ébano que brilla aún más por su alegre carácter.
¡Felicidades vampirillo mío!


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