Con cara de tontos

Hoy hemos tenido un día agotador, física pero sobre todo psicológicamente, intentaré resumir porque... ¡Telita!
Ayer cayó una gata en una balsa de riego que hay frente a casa, intuyo que es gata porque es carey y porque estaba huyendo de un gatazo en celo que la acosaba.
El gato se marchó pero ella seguía allí, dando vueltas de vez en cuando sin atreverse a salir. Sobra decir que pasé la noche sin apenas dormir preocupada y deseando que no estuviera al día siguiente.
Pero esta mañana seguía allí, dando vueltas mientras maullaba desesperada.
Aquí empieza la odisea.

Llamadas a la policía local, que se desentienden totalmente, a la cuarta llamada, ya claramente molestos nos dicen que avisemos a zoonosis.
Zoonosis son los únicos que se personan pero no pueden hacer nada por tratarse de una finca privada a la que no tenemos acceso porque el dueño no vive allí, nos dicen que llamemos a los bomberos ya que ellos sí pueden abrir la puerta para realizar un rescate.
Los bomberos que en un principio parecía que acudirían, nos tienen dos horas mareando con llamadas, primero pidiendo todo tipo de datos y después para decirnos que iban a tratar de localizar al dueño, pero que mejor lo intentasemos localizar nosotros por la zona.
Viendo que todo el mundo se "lavaba las manos", nos fuimos casa por casa preguntando a todos los vecinos, casi todos lo conocen pero ninguno tiene como contactar con él.
A las cinco de la tarde, por fin encontramos a uno que nos dice como bajar hasta la balsa por un camino escondido, así que allá vamos, por mitad del monte cargados con una jaula trampa, en pendiente y sin ver dónde pisamos porque la vegetación nos llega por la rodilla.
Media hora después al fin estamos en la balsa, bajamos, colocamos la trampa, la gata se acojona al vernos tan cerca y... ¡EL MIEDO LE DA ALAS! en dos brincos sale de la balsa y allí que nos quedamos con cara de idiotas. 😹😹
Para rematar, cuando estamos empezando el camino de regreso ¡APARECE EL DUEÑO! un hombre muy agradable porque lejos de enfadarse por encontrarnos en su terreno, nos dió amablemente su teléfono por si vuelve a pasar algo parecido (ojalá que no).
Ahora estoy: feliz por saber que la gata vuelve a ser libre, frustrada porque quería aprovechar para castrarla e indignada por la indiferencia que demuestran los cuerpos oficiales hacia los gatos, por si teníamos alguna duda, han dejado bien claro que los gatos no les importan, porque hace un par de años tuvimos una situación parecida, solo que entonces fue un perro el que cayó en la balsa, ¿resultado? Una patrulla le rescató apenas una hora después de avisarles.
¿Acaso un gato no merece el mismo trato? No puedo entender cómo hay personas que se desviven por ayudar a unos mientras se despreocupa totalmente del bienestar de otros.



Comentarios