Amores que matan

Esta semana ha empezado con el pie torcido, (mejor dicho, el brazo) y aunque reconozco que he soltado alguna que otra queja, intento aprender y ver el lado positivo.
Ayer, tocó pinchar medicacion a algunos de los enfermos crónicos, todo bien, hasta llegar a Luigi. Aunque lleva más de seis años en casa, desde que era un renacuajo de unos tres meses, es una gatito muy tímido y súper miedoso, (mensaje para aquellos que quieren adoptar bebés para "educarlos": por muy joven que sea, cada gato tiene su carácter, imposible asegurar cómo será de adulto por muy bien que lo cuides).
Justo cuando lo tenía preparado para pincharle, se asustó, descargando su miedo en mi brazo, con un súper arañazo desde el codo hasta medio brazo, más un  par de mordiscos en ráfaga, que lo han dejado como un globo y prácticamente inútil hasta que pase el dolor y la inflamación, espero que dentro de pocos días.
Por suerte, mis peludetes siempre intentan animarme, así que, para tenerme entretenida y no pensar en el dolor, Kun puso un plan genial en marcha esta madrugada: vomitar en el sofá y en las dos camas del salón. ¡Infalible! 🐶
Están en todo estos peludetes ❤️😹

Comentarios