😻 Mishón, apareció una noche, solita en la playa, probablemente abandonada, ya que aún era lactante y tenía una infección tan tremenda en sus ojitos, que costó más de un mes recuperarla. Secuela del calicivirus, le quedó un lagrimeo constante y úlceras esporádicas en la boca.
🐶 Bilbo, apareció en la puerta de casa, un jovencito delgado y sucio, que al parecer llevaba más de un año sobreviviendo en la calle.
Ambos llegaron a casa un trece de abril de hace siete años, aquí han crecido, visto (alguno) cambiar el color de su pelaje con las primeras canas y aquí se han hecho fuertes (que menudo carácter gastan a veces 😹).
Os quiero gruñoncillos ❤️¡Por muchos años más!
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