Nueve de Jesse y James

Jesse y James, rescatados del patio de un colegio, llegaron a casa al poco de abrir los ojos por primera vez.
Tan pequeñines que entraban en la palma de la mano, tan adorables, que creí tendrían infinidad de familias  interesadas en darles un hogar. No fue así. 
Tan solo un par de interesados que desaparecían cuando les hablaba de adopción conjunta. Jesse y James siempre han tenido un vínculo muy especial, tanto que aún teniendo más compañeros con quiénes jugar, si no encontraban a su hermano, lloraban y lloraban sin parar. 
Por mucho que traté de hacer entender su estrecha relación acabaron creciendo en este hogar atípico, hasta convertirse en unos gatazos impresionantes. 
Gracias por estos nueve años bizcochitos míos y ¡Por muchos años más! 🥰

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