Siempre juntos

Increíble que hayan pasado siete años, que los señores gatos que tengo delante, fueran las aterrorizadas bolitas de pelo que temblaban en un rincón.

Tan solo tenían 6 meses de edad y una vida de miseria, entre coches, suciedad y muerte.
Fueron rescatados de una zona peligrosa donde toda su familia había muerto atropellada, ellos eran los últimos y sino salían de allí pronto tendrían el mismo final. 
A pesar de la carita de ángel de Paris y los increíbles ojazos verdes de Lotus, sabía que sería prácticamente imposible encontrarles un hogar: nunca habían socializado con humanos, eran demasiado tímidos, demasiado miedosos, en el fondo sabía que se sumarían a nuestra gran familia de "invisibles" pero... ¿cómo negarles una oportunidad? Cada día me alegro de haberlo hecho, de haberles visto crecer, evolucionar, de la emoción de las primeras caricias (más de un año después) y aunque nunca serán gatos con los que dormir en el regazo, son dos de los gaticos más buenos y dulces que he conocido. 
¡Por muchos años más preciosos míos! ❤

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