Este año está siendo muy duro para Luigi: la gingivoestomatitis sin darle tregua, la tremenda infección que tuvo este verano, después los diversos abscesos que llevamos curando casi un mes y de nuevo, cuando parecía estar recuperándose, otra vez, marcha atrás.
Ha pasado todo el fin de semana escondido en su cueva / transportín, al principio lo achacaba al notable descenso de temperatura que hemos tenido estos días, pero el domingo, pasó todo el día sin comer, por más latas que abría, no probaba bocado, ni siquiera sus latitas favoritas lograban abrirle apetito.
Así que ayer, tocó llevarlo nuevamente a la clínica veterinaria.
Analítica y exploración fueron normales, los abscesos siguen curando bien, así que, la causa más probable, es la dichosa gingivoestomatitis. Le pincharon tratamiento y seguimos con el antibiótico que ha estado tomando las últimas semanas. Ojalá pronto remonte, se recupere y pueda volver con sus compañeros.
Aprovechando la visita, llevamos a Monike, una de las abuelitas perrunas, a la que descubrí un bulto hace unos días, tras examinar y realizar citología, queda confirmado que se trata de un lipoma y como no parece molestarle, no precisa tratamiento alguno, tan solo realizar un control del mismo.
*La mayoría de los #mausitos tienen necesidades especiales debido a su edad o enfermedades crónicas.
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