La vida sigue

Aunque mi corazón sigue llorando, la vida sigue y hay que continuar luchando por el resto de mausitos. No importa lo que suceda, cada día hay que seguir adelante.

Sacar fuerzas y celebrar, aunque sea con un poso de tristeza, el octavo aniversario de la llegada de Merlín.
Cuando llegó ya era un gato adulto, demacrado y traumatizado. Hoy, es uno de los gatos más tiernos que puedas conocer, ya debe rondar los 13 o 14 años de edad, pero cuando le ves jugando es todo un cachorrín.
¡Por muchos años más, pequeño mío! ❤️

Comentarios