Mi queridísimo Mau,
Hace dieciséis años, a esta misma hora, te cogía en brazos por primera vez.
Ha pasado toda una vida desde entonces, incluso varias vidas, pero seguro que lo recuerdas tanto como yo.
Ese pequeño gatito, rodeado de sobras y hormigas, maullando desesperado en el descampado. Todo ojos y orejas, acurrucado en mis brazos hasta llegar a casa; ronroneando como loco mientras te bañaba y secaba.
Juntos aprendimos, crecimos y comenzamos esta locura, se me hace tan raro continuar sin tí...
Han pasado veintiocho días desde que nos despedimos y aún creo verte detrás de mí o en tu camita, esa camita en la que siempre compartias siestas con varios de tus hermanitos, ¿sabes una cosa? Ahora siempre está vacía, ninguno ha querido usarla de nuevo, como si hubiera perdido su magia, sin duda eras tú el que se la daba.
Mi querido Mosi Mosi, este año nos toca celebrar separados este gran día; aquí un poco tristes, aunque me consuela saber que estarás jugando de nuevo con tu pequeña Noe, juntos de nuevo para siempre.
Hasta que nos volvamos a encontrar ❤️
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