Melissa y sus frutitas

Melissa y su prole celebran hoy su octavo aniversario en casa, aunque la pobre lo está pasando huyendo de mí y de la pomada que le ha recetado el veterinario para la vasculitis del lomo. 😅

Cuando llegaron, Melissa era una jovencita de 1-2 años, con cuatro fierecillas de aproximadamente 15 días de vida. Nunca sabremos si fue un abandono, lo único cierto es que se cobijó en el jardín de una casa para tener a sus pequeñines, dos machitos y dos hembritas igual de bonitas que su mami. 
Todos crecieron en casa y cada cuál con su propio carácter:
Kiwi y Cherry, (juntos en la foto), los más tímidos y asustadizos; mientras Mango y Fresa, demandan caricias sin cesar.

Todos tan parecidos, tan distintos y tan queridos.
Por muchos años más pequeñines ❤️

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