Las canas ya os acompañan, poblando el cuerpecito de Bilbo o haciendo simple acto de presencia, como ese bigotillo blanco que decora la carita de Mishón, desde hace unos meses.
Vuestro comienzo no fue fácil:
- Mishón, rescatada solita en plena noche, con un herpesvirus que apenas la dejaba respirar y los ojitos ulcerados.
- Bilbo, sucio y desnutrido, esperándonos en la puerta de casa tras años sobreviviendo en la calle.
Ahora, la enfermedad y la edad, vuelven a poner piedras en el camino: Mishón, diagnosticada en diciembre de Addison y enfermedad hepática.
Bilbo, con achaques propios de la edad y la mitad de dientes, tras la extracción que tuvimos que hacerle hace un mes.
Pero aquí estamos, como el primer día, para luchar siempre junto a vosotros.
Una década juntos y hoy, soplamos las velas, deseando celebrar otra más.
¡Por muchos años más, gruñoncillos míos! 🖤
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