Un paseo con los perros, que como tantas otras veces, acabó en sorpresa.
Un bebé esquelético, en mitad del monte, llorando desesperado junto al cadáver de su hermano.
Un simpático rubito, lleno de: vida, alegría, charlas y amor interminables.
Quince años, que han pasado como un suspiro; quince años, que empiezan a pesar y lastrar tu salud. Soplemos juntos las velas para desear, bien fuerte, que el próximo año podamos pedir el mismo deseo. 🎂
Por muchos años más, pequeñajo.🎉
Te quiero, Chispi ❤️💚
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