Poniéndonos al día: Ian, Erin y el accidente

Y llegamos a la parte más dura.
El día en que el destino quiso hacernos despertar para enseñarnos que la vida es un instante, que damos demasiadas cosas por sentadas cuando en realidad no sabemos nada; que nos creemos invencibles, siempre pensando en el mañana, siempre creyendo que tenemos tiempo, cuando lo cierto es que en cualquier instante puede agotarse. Así, sin más.

Ahora recuerdo la última publicación que hice, en la que, ingenua de mí, me atrevía a asegurar que habíamos vivido la peor semana en muchos años. Ciertamente lo parecía, por el fallecimiento de Romeo tras semanas de lucha y a los dos días encontrar a Eileen tirada en el suelo, sin poder mantener el equilibrio, ni valerse por sí misma por el repentino síndrome vestibular. ¿quien podía imaginar que apenas 5 días después el destino nos daría una bofetada aún mayor?

Como ya comenté en varias publicaciones, el 02 de noviembre teníamos cita en la clínica veterinaria para hacerle exodoncia a Eileen e Ian, ambos tienen la boca bastante mal, pero entre urgencias, falta de fondos y circunstancias ajenas a nosotros llevábamos meses esperando para poder hacerlas.
Con la repentina enfermedad de Eileen decidí aprovechar su cita para llevar a Erin, ya que aunque más leves, también tenía problemas en la boca.
Y así lo hicimos, llegado el día 02, dejamos a Erin e Ian en la clínica, pensando que a Ian le harían exodoncia completa (por aparentemente tener la boca peor) y que a Erin seguramente habría que extraerle algunas piezas más.
Erin 💗

Lo que no podíamos imaginar, es lo que pasaría después.
Tras salir de la clínica y hacer un par de gestiones, ya de camino a casa, un camión de limpieza se saltó su semáforo y nos embistió. De aquel instante, que reviví muchas veces los días posteriores, tan solo recuerdo decir a mi pareja "¡¡cuidado, cuidado!!" para inmediatamente después sentir el impacto, cristales, vueltas y en mi mente dos ideas: que ese era el fin y la angustia de pensar qué sería de todos los pequeñines que nos esperaban en casa. Del impacto el coche se desplazó unos veinte metros, cruzamos la mediana hasta los carriles de sentido contrario y nos detuvimos al chocar contra el quitamiedos.

En ese instante que el coche se detuvo, apenas era consciente de lo que había ocurrido, miré a mi pareja y parecía estar bien, por un momento creí que no había ocurrido nada, que solo había sido el susto, hasta que sentí algo en el ojo, al tocarme vi la sangre corriendo por mi mano y goteando en la ropa. Inmediatamente busqué a Tara en el asiento de atrás, (debido a sus problemas de ansiedad siempre que salimos de casa tenemos que llevarla con nosotros), estaba agitada pero gracias al cinturón de seguridad estaba bien y tampoco parecía estar herida.
**Por favor, en vehículos SIEMPRE, tomar las medidas adecuadas de protección con vuestros perros o gatos. Si Tara no hubiese llevado el arnés de seguridad abrochado al cinturón del coche, se habría golpeado contra el interior del coche y posiblemente habría salido por la ventanilla.**

El resto os lo podéis imaginar: nervios, gente acudiendo a socorrer, ambulancias, policía... para mí lo peor fue cuando dijeron de llevarnos al Hospital, solo pensaba en Tara, en que la dejarían allí sola, en Eileen que en ese momento aún no comía por si misma y tenía que alimentarla por sonda, en Ian y Erin en la clínica, en los peques solos en casa,... el personal de la ambulancia debió pensar que estaba loca, porque me resistí hasta que mi pareja me convenció y mi ángel particular, mi gran amiga MªJosé vino para llevarse a la perra. Puede que pareciera una locura, pero yo me encontraba bien y mis peques me necesitaban.

Todos esos pensamientos no cesaron durante las 5 interminables horas que pasé con mi hermana en urgencias (gracias preciosa 💕), solo miraba el reloj deseando salir antes que cerrasen la clínica para poder recoger a Ian y Erin.
Por los pelos llegué, justo a la hora de cierre, con mi brazo magullado, un par de puntos de sutura, las manos y la cara llena de cortes, aún con restos de cristales y sangre seca en la ropa, el pelo y la cara,... quien me viera en ese momento alucinaría.

Pero allí estaba al fin, con mis niños, lista para regresar a casa.
Ellos tampoco habían tenido un día fácil:
- Ian, al final regresó sin pasar por quirófano porque le observaron un pequeño nistagmo (movimiento involuntario de ojos), según me comentaron siendo siamés podría tratarse de algo congénito ya que esta raza es propensa a ello, pero teniendo tan reciente el caso de Eileen, no quisieron arriesgarse a meterlo en quirófano por si era algo más. La analítica estaba bastante bien, solamente las plaquetas algo bajas y las proteínas altas (estas últimas podrían estar aumentadas por la inflamación de la boca).
Factura Ian
  


- La sorpresa fue encontrar a Erin babeando sangre porque finalmente habían tenido que hacerle exodoncia completa debido a la enfermedad periodontal avanzada y reabsorción de encía que presentaba. Digo sorpresa porque pensaba que su estado no era tan grave, ya que a su hermano Ian le veía mucha más inflamación, creía que ella simplemente necesitaría que le sacaran algunos dientes. No podía imaginar que estuviera tan mal, ni mucho menos lo que ocurriría después...



Factura Erin          
                                   
 Pago facturas Ian y Erin

Eran las nueve de la noche y al fin llegaba a casa tras aquel interminable día.
Acomodé a Ian y Erin, dí de comer a Eileen, recogí areneros, rellené cuencos de comida, agua, una buena ducha para quitarme los restos del accidente y un poco de relax para olvidar todo el estrés.
Antes de acostarme volví a visitar a Erin, le limpié la sangre que seguía babeando, le puse su almohadilla térmica, la tapé con su mantita y la estuve acariciando un rato, diciéndole que no se preocupara, que el dolor pasaría y pronto estaría como nueva, sin más molestias en la boca.
La pobre estaba dolorida, con la carita "rara", haciendo ruiditos con la boca, pero todo dentro de lo normal después de una operación así, incluso hizo pis y caca al poco de llegar a casa, así que me acosté pensando que ojalá se encontrara mejor al día siguiente.

Muchas veces he pensado que ojalá no me hubiera acostado aquella noche, podría haberme quedado con ella en otra cama, en otra habitación,... ¿quien podía imaginar que esa sería su última noche?
A las 7 de la mañana siguiente, me la encontré tirada en el suelo con sus patitas abiertas como si hubiera caído rendida, no sé si aún le quedaba un hilillo de vida, quiero pensar que sí, que al menos me sintió abrazarla y rogarle que no se fuera. Que al menos no se fue sola.


No sé que pasó, aún no lo entiendo. He pasado muchos días culpándome por haberla llevado, pensando que los días anteriores estaba tan feliz dando esos saltitos como trotando que solía dar, esos maulliditos tan graciosos para que le abriera la puerta de su rincón favorito, esos abrazos que cada mañana me daba,...  ha sido una pérdida tremendamente dolorosa,  por lo inesperado y lo injusto, ella que aparentemente estaba bien, ella que fue de "rebote", ella, ya no está.
Mil cosas han pasado por mi mente tratando de encontrar una explicación que nunca sabremos, incluso he llegado a pensar que quizá el destino tenía que llevarse a alguien ese día, quizá tenía que haber muerto yo en ese accidente y por no hacerlo se llevó a mi pequeña Erin.

Ahora, aunque aún duele, he aprendido a aceptarlo, simplemente pasó porque tenía que pasar.
Ahora mi niña brilla como el hada que fue, ahora nada puede hacerle daño, ahora vuelve a ser feliz junto a su querida mamá Danna. Sé que están juntas, que de algún modo siguen conmigo y que algún día nos volveremos a encontrar.
Danna y Erin. Siempre en mi corazón.

Comentarios

  1. AY POR FAVOR, QUE PENA :((( LO SIENTO EN EL ALMA

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  2. Acabo de leerlo y se me ha encogido el corazón. Sabes lo que pienso? Que en tema de médicos y veterinarios siempre hay que ir lo mínimo imprescindible. No dudo de su ética pero no olvidemos que ellos viven de su trabajo y tienen una pautas de actuación que a veces encierran una crueldad desproporcionada con el beneficio. Hoy en día hay mucha medicina natural para animales.
    Dicho esto, también te digo que entiendo perfectamente tu dolor y que también pienso (o quiero pensar) que las cosas ocurren por algo. A veces os equivocamos cuando intentamos hacer las cosas bien, pero es la gente comprometida como tú la que mejora el mundo. No lo olvides.

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