Esta semana hemos pasado por la clínica veterinaria en dos ocasiones con cinco de los mausitos, nada especialmente grave pero los notaba un poco raros y prefiero asegurar que todo anda bien.
Empezamos el martes con Merlín y Donovan.
Hace unos días que el ojito izquierdo de Donovan actúa de modo extraño, no contrae la pupila totalmente y tiene una pequeña mancha rojiza, como podéis apreciar en la fotografía el iris se queda parcialmente abierto al darle luz, por lo demás él actúa con normalidad pero estos cambios en las pupilas suelen ser síntoma de que algo no marcha bien.
Empezamos el martes con Merlín y Donovan.
Hace unos días que el ojito izquierdo de Donovan actúa de modo extraño, no contrae la pupila totalmente y tiene una pequeña mancha rojiza, como podéis apreciar en la fotografía el iris se queda parcialmente abierto al darle luz, por lo demás él actúa con normalidad pero estos cambios en las pupilas suelen ser síntoma de que algo no marcha bien.
Según me comentó el veterinario tras examinarlo se trata de un "iris bombé", aunque la causa es difícil determinarla: un tumor, un golpe, inflamación de vasos sanguíneos,... el veterinario cree que no se trata de un tumor porque en el fondo de ojo no apreciaba nada extraño, aunque no lo puede descartar totalmente, pero como la única forma de descartarlo totalmente es hacer biopsia y eso conllevaría extraer el ojo, la única solución por el momento es esperar y controlar como evoluciona.
Cruzamos patitas para que al menos permanezca estable y en dos meses volveremos a revisión.
A Merlín le notaba el estómago muy duro, además últimamente bebe más agua de lo normal así que le han hecho analítica y ecografía para descartar problemas renales o en el sistema digestivo, en principio todo está normal, solo han encontrado un poco de sedimento en la vejiga y la urea justo en el límite, por lo que teniendo en cuenta que tiene aproximadamente 13 años, nos han recomendado hacer un control más frecuente de sus riñones. Volveremos para revisión también en un par de meses.
De paso aprovechamos para coger medicación para la boquita de Leia, desparasitadores internos para los perretes y que le echaran un vistazo a Tara, una de las perretas, ya que llevaba un par de días lamiéndose el trasero y soltando mal olor, pero todo estaba bien, ni siquiera tenía secreción acumulada, seguramente se las vació con las "limpiezas" que se ha dado estos días. 😅
De paso aprovechamos para coger medicación para la boquita de Leia, desparasitadores internos para los perretes y que le echaran un vistazo a Tara, una de las perretas, ya que llevaba un par de días lamiéndose el trasero y soltando mal olor, pero todo estaba bien, ni siquiera tenía secreción acumulada, seguramente se las vació con las "limpiezas" que se ha dado estos días. 😅
Ayer miércoles, volvimos a la clínica con Chispi y White.
Aunque son de los mausitos más alegres y juguetones de #LaCasadeMau, también son de los que más se estresan: 40 minutos de maullidos incesantes a la ida y otros tantos a la vuelta, mientras el día anterior Donovan y Merlín salían del transportín nada más abrirlo queriendo cotillear por la consulta, ellos se han quedado atrincherados dentro todo el tiempo. Aún así son un cacho de pan y se han portado genial durante toda la consulta.
A Chispi, como ya tiene 10 añitos le han hecho un reconocimiento general, analítica y examinado el sistema digestivo porque lleva un tiempo con cacas voluminosas y blandas. Todos los resultados han salido bien, así que nos han dado un suplemento de fibra a ver si le ayuda a compactar más las heces y también cambiaremos de pienso por si algún ingrediente le está causando algún tipo de intolerancia.
A White, le tocaba control de glucosa. Tras los buenos resultados de la vez anterior (bajó de 419 que tenía en agosto a 170 en la última revisión), le ha subido de nuevo a 216, al menos no ha sido una subida tan exagerada como la primera vez pero significa que debemos mantenerle controlado con la alimentación para evitar que sufra algún pico demasiado alto que pueda causarle secuelas (daño ocular, ceguera, daño neurológico...) , así que ¡otro cambio de pienso! y de nuevo revisión en un par de meses.
A White, le tocaba control de glucosa. Tras los buenos resultados de la vez anterior (bajó de 419 que tenía en agosto a 170 en la última revisión), le ha subido de nuevo a 216, al menos no ha sido una subida tan exagerada como la primera vez pero significa que debemos mantenerle controlado con la alimentación para evitar que sufra algún pico demasiado alto que pueda causarle secuelas (daño ocular, ceguera, daño neurológico...) , así que ¡otro cambio de pienso! y de nuevo revisión en un par de meses.
Todavía no hemos cambiado de año y ya tengo una lista con nueve mausitos que deben pasar por el veterinario en 2020, al menos espero no tener que volver en lo que queda de año. 😅
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